Crisis Covid y el fracaso de las Sociedades Anónimas Deportivas

Por Félix Calderón e Ignacio Silva*

Se cumple 1 mes desde que Ñublense S.A.D.P decidió acogerse a la Ley de “Protección al Empleo”,  señalando en un comunicado dirigido al plantel, cuerpo técnico y funcionarias/os del club, que esta decisión “implica que el trabajador queda eximido de su obligación de prestar al empleador los servicios contratados, liberando con ello a este último del pago de las remuneraciones a contra de la fecha estipulada de suspensión ” (21/03/2020). Se le sumaron días después Deportes Temuco, A.C. Barnechea, Audax Italiano y Deportes Valdivia, tomando los directorios de las sociedades anónimas las de precarizar las vidas de las y los  trabajadores a costa de evitar pérdidas financieras.

«El plantel no juega un partido hace 40 días, 40 días que no entra un peso por borderó, y hay algunos que piensan que es justo, que les pague el 100 por ciento, por eso mi enfado y mi tristeza» (22/04/2020). Con este aire de desazón Aníbal Mosa, Presidente de Blanco y Negro S.A. -concesionaria que administra a ColoColo hace más de 14 años y sigue recibiendo los cuantiosos recursos de Turner,  controladora del CDF- anunció la tarde de este miércoles que la empresa se acogerá a la mal llamada Ley de “Protección” del Empleo.

No hubo acuerdo para la rebaja de salarios entre la administración neoliberal y el  plantel de “honor”, compuesto por 25 jugadores profesionales, por lo que la  empresa se acoge a la ley patronal. Las y los 131 -de 175- funcionarios que perciben una remuneración igual o inferior a 1 millón de pesos, mantendrán su empleo y salario, debido a la iniciativa impulsada por la directiva del Club Social y Deportivo Colo-Colo. No obstante, nada garantiza que suceda lo mismo con las y los trabajadores de otros clubes, resultando problemática la decisión tomada por Blanco & Negro, porque podría tomarse como una “inspiración” para los empresarios del fútbol y sigan el mismo camino.

Pero aludir a problemas financieros en Colo-Colo debido a la pandemia del coronavirus, o inclusive  la Revuelta Popular iniciada el 18 de octubre pasado, no son más que mentiras, puesto que el año 2018 Blanco y Negro cerró con deudas por más de $14 mil millones de pesos con la Tesorería General de la República y en el año 2019 reportó pérdidas por más de $1000 millones. Si le sumamos los $40 millones diarios destinando a financiar en Colo-Colo los sueldos de un plantel

millonario, políticas salariales del “fútbol-mercado” que son contrarias a los orígenes y tradición de nuestro club, estas condiciones obligan a depender de enormes fuentes de ingresos proveídos por lacras empresariales como Leonidas Vial o transnacionales como Turner, controladora del CDF.

Es un pésimo balance de la situación crítica que vive hace tiempo el Popular gracias al negocio que ha hecho la Sociedad Anónima Deportiva en más de una década de administración neoliberal del fútbol. Si los gastos son mayores a los ingresos esperados en tiempos de crisis como lo lamenta B&N, nos surge como socios la legítima duda de si estos empresarios eran conscientes de que los proyectos deportivos viven momentos que demandan esfuerzos no tan sólo monetarios, sino que sociales, y que debe responder ante las necesidades que tiene el pueblo colocolino, desde sus jugadores hasta sus hinchas más necesitados.

Tampoco somos ingenuos, porque el modelo de negocio al que apela su gestión es meramente   especulativo, lo que termina inflando un mercado de pases que se termina haciendo insostenible, más cuando éstas empresas buscan repartir utilidades y no asumir riesgos que afecten sus inversiones a corto plazo. Ni el “buenísimo” empresarial de Mosa, ni tampoco el autoritarismo del Grupo Vial, podrán contener situaciones críticas como la actual; más si las socias, socios e hinchas organizados asumimos en conjunto la disputa del deporte como un derecho social garantizado para todo el pueblo trabajador.

Pero así como esta crisis pareciera anunciar el fracaso irreversible del modelo de gestión de las  sociedades Anónimas Deportivas, también muestra la mejor cara de lo que pueden ser las alternativas a su nefasta gestión. En su mes de aniversario, el Club Social y Deportivo ha podido gestionar con los esfuerzos de su directiva, de sus socios y simpatizantes acciones solidarias y autogestionadas, para recaudar más de 500 cajas de abastecimiento para socios de tercera edad, en coordinación con fundaciones para apoyar a personas en situación de calle, entre otras.

Incluso, para esta misma situación, la misma directiva ha decidido priorizar y cumplir su compromiso con las y los trabajadores del club. Esta es la disposición de un proyecto democrático de gestión del deporte y la recreación para resistir la crisis, la misma que salió a la calle y participa masivamente en las actuales movilizaciones que acontecen en el transcurso de la Revuelta Popular, y la misma que hace una década está luchando contra el abuso empresarial de B&N y demás administradoras empresariales de los clubes chilenos. Así como los socios e hinchas organizados de Colo-Colo, también otras hinchadas y agrupaciones de hinchas se preparan a lo largo de todo el país para resistir la crisis que los ricos nos quieren hacer pagar.

El escenario político en torno a la disputa del fútbol, y el deporte en general,  marcado por el aumento de la precarización de la clase trabajadora durante la crisis y el giro autoritario del gobierno de la derecha golpista, ofrece oportunidades para avanzar en la recuperación de nuestros clubes y apostar por proyectos sociales y democráticos, construyendo desde las bases de los mismos clubes, a través de sus socias y socios, como de hinchas organizadas/os.

Debemos afrontar en unidad a las Sociedades Anónimas que están o han presionado a planteles  de fútbol mucho menos costosos a reducciones de sueldo con las mismas amenazas para acogerse a la nefasta Ley de “Protección del  Empleo”. ¿Acaso estas empresas responsables del fútbol chileno nunca generaron fondos de reserva o ahorros para enfrentar una crisis económica? ¿O no pueden acceder a créditos para mantener a los planteles y toda la estructura de los clubes que administran? Tal parece que la actual crisis podría estar  demostrando, definitivamente, lo insostenible que es el modelo de gestión neoliberal de los proyectos deportivos en Chile.

*Ambos socios del Club Social y Deportivo Colo-Colo

Autor entrada: Convergencia Medios

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