ITALIA | Día 22 de cuarentena: Un ministro que miente en medio de la pandemia

Por Paulo Valdés

El otro día me tocó salir a comprar. Era un viernes en la tarde, pero parecía una mañana de domingo cualquiera. Un domingo cualquiera siempre y cuando la ventana de tu habitación no de justo justo frente al campanario de una iglesia parroquial católica, como la que tuve una vez en el cerro cárcel de Valparaíso. En ese caso, las mañanas de los días domingo pueden transformarse en un vivo retrato de lo que sería vivir en el infierno mismo.

Recuerdo como si fuera ayer el rosario de blasmefias que gritábamos entre todos los residentes de ese hogar al cura de la parroquia, mientras sonaban de manera estridente sus benditas campanas. Este viernes el panorama era tan silencioso que me sentía dentro de una película de apocalipsis zombie. De manera milagrosa me salvé de dos controles policiales (no es que me este arrancando de la policías, pero que fome perder el tiempo en dichos trámites) y llegué al lugar indicado. Retiré mi teléfono del único servicio técnico que aún sigue abierto por estas tierras, y partí hacia la Farmacia.

Esto último es lo que me interesa precisar. Hace unos días el Ministerio de la sanidad italiano emitió una serie de recomendaciones entre las cuales se encontraba el proveerse de ciertas vitaminas que ayudarían, tanto a mantener ciertos síntomas bajo control, como para fortalecer el sistema inmunitario. Estas serían las vitaminas A, C y D. Entonces compré un frasquito de 60 pastillas multivitamínicas «para mujer», las cuales estoy consumiendo yo y mi esposa. Y un frasco de multivitamínico en jarabe para el chuky. No sabía si le gustaría, pero ahora se volvió medio adicto. En momentos en que llueven las recomendaciones, sugerencias, fórmulas mágicas, mi humilde sugerencia es seguir los sitios oficiales de los gobiernos decentes y de organismos internacionales. Sobre la actual epidemia sugiero sobre todo la pagina oficial de la OMS (aunque algunos complotistas anti ONU no le tengan mucha buena), la cual está permanentemente emitiendo sugerencias y recomendaciones en base a las últimas investigaciones realizadas por los diferentes países.

En Italia hoy fallecieron 837 personas. Por primera vez ha sido superada por España que tuvo 845 personas fallecidas. El total de personas fallecidas en Italia es de 12.428. 1.109 personas se recuperaron del virus, dando un total de 15.729 recuperados. 4.053 han dado positivo en la última jornada, llegando a un total de 77.635 positivos activos en la actualidad. 105.792 han contraído la enfermedad en Italia, desde el 21 de febrero, incluyendo fallecidos y recuperados.

«En Italia, uno de los países con más muertos, ya no se está respetando la cuarentena». Esta fue una de las frases célebres pronunciadas por el ministro de la Salud chileno Mañalich. Los que vivimos por estos lados, que estamos encerrados ya desde hace mas de 3 semanas, que sufrimos con cada nuevo reporte de fallecidos, podemos testimoniar lo contrario.

El ministro miente, eso está claro. La pregunta que yo me hago es porque lo hace: ¿Por qué el ministro lanzaría tal aseveración? Desde hace varios días que en Chile está circulando la noticia de que en Italia habrían serios desórdenes públicos por la falta de alimentos. Saqueos y protestas se habrían apoderado de parte del territorio. Si ello se le suman la cantidad de fallecidos diarios que no baja de los 700 ya desde una semana, la conclusión a los ojos del gobierno de Chile sería una: la Cuarentena Total no funciona.

No solo no detendría los avances de la enfermedad, sino que también generaría graves problemas económicos, políticos y sociales adicionales al brote epidemiológico. Por esta razón ya no estaría siendo respetada. Esto vendría a justificar la apuesta del gobierno por una política de contención limitada, una cuarentena parcial mínima acotada a las comunas más críticas, siguiendo el modelo norteamericano.

Tal como digo esta es una «apuesta», muy acorde a quienes han generado sus riquezas por medio de la especulación financiera como Sebastián Piñera: «apostando». Pero en este caso la jugada es demasiado arriesgada, al límite de una actitud cercana al crimen organizado. Hablamos de la vida de miles de compatriotas que estarían en las manos de este juego de azar. Este «modelo de contención», ha llevado en menos de una semana a Estados Unidos a posicionarse en la cima de los países más golpeados del mundo, con el mayor número de casos positivos. La maniobra es arriesgada también porque si con el paso del tiempo se descubre su fracaso, ya se encuentra demasiado descontrolado el virus como para contenerlo por medio de la cuarentena total.

Aún si estuviéramos de acuerdo con dicha estrategia, producto de las posibles consecuencias negativas de la cuarentena total, es del todo repudiable que su fundamentación se base en argumentos viles y espúreos como el utilizado por el ministro Mañalich.

Lo anterior, de cualquier manera nos obliga a responder el porque del alto número de casos registrados en Italia, pese a la implementación de la cuarentena total. A riesgo de cometer un sinnúmero de generalidades, intentaré responderlo con tres argumentos.

En primer lugar, el tiempo de detección de la enfermedad. Las últimas investigaciones han demostrado que el virus estaba presente en Italia mucho antes del 21 de febrero (fecha en que fue diagnosticado el primer caso positivo endógeno en Italia en la ciudad de Codogno). El personal sanitario habría reportado varios casos de «neumonía atípica» presentados en la ciudad de Piacenza, en enero. Hoy se piensa que esos cuadros clínicos daban cuenta de la presencia de la enfermedad ya desde mucho antes, los cuales no fueron diagnosticados en su tiempo por no haberse practicado el test respectivo a dichos pacientes. Chile no puede permitirse este error, ya que desde que la enfermedad se expandió por toda Europa, las autoridades chilenas han estado avisadas de que el virus entraría a Chile. Yo mismo les avisé a mis conocidos el 25 de febrero, 2 semanas antes del primer caso oficial.

En segundo lugar, la cuarentena total, no ha sido total, al menos desde el inicio del decreto, en las ciudades industrializadas del norte de Italia. No por las razones que da el ministro, sino por la presión de confindustria, miles de trabajadores y trabajadoras debieron continuar yendo a sus centros de trabajo bajo cuarentena nacional, porque sus industrias quedaron fuera del cierre forzado. Eso fue corregido en parte por el último decreto de cierre total, emitido por el premier Conte diez días atrás, cuyos resultados se están comenzando a ver recién ahora. En Chile este error, que somete a millones de personas al riesgo de contagio cada día en los medios de transporte, se está cometiendo desde el momento en que el gobierno a tomado la opción de blindar al empresariado y sacrificar al pueblo trabajador.

En tercer lugar, habría que considerar como se ha difundido el virus en las tierras itálicas. Los estudios indican que principalmente han sido los centros de salud y los hogares de ancianos, quienes en las últimas semanas se han transformado en los principales focos epidemiológicos del país. En este punto, ya mencionado en otras ocasiones, la responsabilidad es total por parte de las autoridades regionales y nacionales quienes, a diferencia de lo visto en China, han enviado a los trabajadores de la salud a la primera línea de fuego, sin las condiciones de seguridad mínimas establecidas por los protocolos. Este fenómeno, repetido también en otros lugares como España, ha significado el aumento vertiginoso de los nuevos contagios, y el contagio masivo del personal sanitario del país. Este fenómeno se repetirá también en Chile, debido al abandono sistemático de la Salud Pública por parte de todos los gobiernos de turno desde ya cuarenta y cinco años.

Estos tres factores serían los que ha mi juicio han incidido en mayor medida al estado de crisis actual en el que se encuentra Italia. Por ningún motivo ha sido el decreto de cuarentena total un error, sino al contrario, sin su implementación, no tengo dudas que el escenario sería absolutamente mas trágico.

Autor entrada: Convergencia Medios

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