Marzo para nuestro país suele ser el primer mes del año, luego de las vacaciones de los niños y la vuelta a clases. Para los afortunados, también significará la vuelta al trabajo si es que tuvieron vacaciones. Marzo es el mes de comienzo del otoño, del rimü. La temperatura desciende – aunque ya no se sabe con el cambio climático – y los árboles se desnudan. No tiene mucho sentido que sea el primer mes del año en términos astrológicos, sin embargo, nuestras vidas se han estructurado en torno al trabajo y al estudio, por lo cual a lo menos lo podemos considerar como el comienzo de un nuevo ciclo.
Para los romanos marzo era el primer mes del año y su nombre es honor a Marte, el Dios de la Guerra. Y quizás por ello este marzo del 2019 será de lucha. El calendario de movilizaciones es más largo que la esperanza del pobre: movilizaciones en contra de los Tratados de Libre Comercio el lunes 4, la Huelga Feminista en el Día de la Mujer Trabajadora el viernes 8, la Marcha Juvenil por el Medio Ambiente el viernes 15, Gran Movilización Mapuche el miércoles 20, Día Mundial del Agua el viernes 22, Marcha Nacional por la Vivienda el sábado 23, Día del Joven Combatiente el viernes 29 y Marcha Nacional No+AFP el domingo 31. A lo anterior sumamos la Jornada de Protesta en contra de la venida de Juan Guaidó y de los lacayos de los Estados Unidos para la reunión del Grupo de Lima, que debiese ser la semana del 20.
Cada organización y cada proceso de lucha tiene el derecho a fijar sus movilizaciones. Nuestro deber es apoyar a todas aquellas que cuestionan al sistema capitalista y patriarcal. Las luchas por el medio ambiente y en protección del agua son vitales para el problema estratégico que representa la depredación de los bienes comunes en un sistema capitalista extractivista que sólo piensa en la ganancia para el hoy sin importar la miseria para el mañana. Las movilizaciones en contra del Grupo de Lima y Juan Guaidó, como la movilización en contra de los Tratados de Libre Comercio vienen a impugnar al sistema imperialista donde Estados Unidos intenta imponer sus intereses económicos a nuestros países. La Marcha Nacional por la Vivienda y la Marcha Nacional No+AFP vienen a cuestionar el modelo capitalista neoliberal que fomento el enriquecimiento de constructoras y AFPs a costa de negar la existencia y garantías de derechos sociales como el derecho a la vivienda y a la seguridad social. La Gran Movilización Mapuche viene a cuestionar el colonialismo del Estado chileno, exigiendo autonomía y autodeterminación para el Pueblo Mapuche, pero también exigiendo justicia para los presos políticos y weichafes ejecutados por el Estado de Chile como Camilo Catrillanca. El 29 de marzo es una fecha de conmemoración de nuestros jóvenes militantes, quienes en tiempos de dictadura dieron su vida luchando por un sistema sin explotación, por eso este marzo los recordaremos en pensamiento y en acción. Y la Huelga del 8 de marzo será el hito del comienzo de año, pues es una jornada de protesta y de huelga, que tiene la potencialidad de agrupar a las luchas de la clase trabajadora desde una perspectiva feminista.
¡Todas las luchas, una sola lucha! no significa todas las luchas, una sola marcha. Las largas jornadas de trabajo no dan para movilizarse todos los días, pero sí podemos contribuir de distintas formas en estas luchas que se muestran parciales, pero que están conectadas, toda vez que cuestionan al modelo capitalista-patriarcal, poniéndonos el desafío de avanzar en nuestros grados de organización y articulación desde el campo popular, y avanzar en la construcción programática. Todo ello nos permitirá entender estas movilizaciones con una mirada totalizante y en una perspectiva de estrategia de construcción de poder popular.
¡Si el presente es de lucha, el futuro es nuestro!