En la ciudad de Ancud, personas, organizaciones y representantes de diferentes sectores sociales, se reunieron para debatir, discutir y resolver sus acciones respecto al proyecto energético Mar Brava, en una lucha que vienen dando desde hace años, con reveses y victorias.



Dicho proyecto energético pretende intervenir un amplio espacio costero en la comuna, fuente de diversas actividades productivas y de trabajo para las comunidades aledañas, lo que, en perspectiva, supone un grave ataque sobre el ecosistema propio de Chiloé, ya que el proyecto es parte de una serie de iniciativas, que pretenden consolidar el entramado energético a nivel nacional y proyectarlo hacia el sur, comprometiendo gravemente a los territorios y zonas con potencial para desarrollar esos proyectos.
Así lo explicó Vanessa Durán, parte del movimiento Salvemos Mar Brava:
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El parque eólico a instalarse en Mar Brava cuenta con el rechazo general de la población ancuditana y del Archipiélago, por lo que además se espera que las autoridades locales rechacen públicamente la iniciativa, sumándose a las acciones de defensa del patrimonio natural local, como parte de una estrategia activa de reconocimiento y protección ante las embestidas energéticas e industriales que dañarían el especial ecosistema chilote, como parte de la carretera eléctrica que se pretende construir para conectar el proyecto al sistema interconectado nacional.
La actividad culminó con varios aprendizajes y tareas por realizar, con la misión clara de seguir sumando vecinos y vecinas a las futuras actividades.