Versos de un corazón rutilado en Arauco

Proveniente de la comuna de Los Álamos, Mac Caro goza haber cumplido uno de sus mayores sueños, lanzar su primer libro. Se trata de una selección de escritos, inspirados en recuerdos de amor y crítica social, que a punta de esfuerzo y autogestión, confluyen bajo el título: Un corazón rutilado en 29 grados.

Por Gabriela Bustos Pereira

Según explica el escritor, la obra nace por el simple deseo de compartir su trabajo. Antes había tenido una experiencia parecida cuando participó en la publicación de “Cuentos para todos”. La recepción positiva que tuvo la antología, su acogida y críticas, fueron el motor que en sus palabras “abrió el apetito de masticar un libro físico”, compuesto íntegramente por él.

Aunque asegura que escribir nunca fue un objetivo protagónico en su vida, haber participado de esa recopilación que organizó la agrupación de poetas y escritores “Sol Naciente”, de la que es parte, fue el desafío que despertó sus ganas por seguir expresando su sentir, mediante el uso de la palabra. En esa ocasión, a través de la narrativa.

El escritor tiene claro que la valorización de la poesía, es tan liviana como las ganas de querer revertirla. “Por más que se escriban textos, tan macizos como los brazos del mar, no se pondrá a la poesía en el lugar que merece, ya que la mayoría de las autoridades que existen a nivel nacional, regional, provincial y comunal, y de la posición y el color político que sean, no están interesadas en poner las letras como protagonistas de la sociedad”, explica haciendo referencia, a la dificultad que enfrentan quienes, como él, desean publicar su trabajo. “Lo cierto es que nosotros los escritores, los pobladores, los docentes, los dirigentes sociales y otros, no podemos hacer mucho para revertir la posición desmejorada que tiene la poesía en la actualidad, ya que para originar cambios, no bastan las ideas, si no que los recursos para hacerlas realidad; mismos fondos que son manejados y destinados por las autoridades”, sostiene y deja en evidencia el circulo vicioso al que se refería en un comienzo.

Esta última dificultad la conoce bien el poeta de 30 años, que a punta de esfuerzo y autogestión, publicó su libro con recursos propios. “Publicar no es fácil, menos en Chile. Además, el ser un escritor emergente, primerizo y sin contactos, dificulta aún más la tarea. Afortunadamente me encontré con Opalina Cartonera, editorial independiente de Valparaíso, quienes fueron muy gentiles en todo momento”, cuenta vislumbrando la génesis de los cien ejemplares que vieron la luz el año pasado.

Arauco y sus penas

Pese a que asegura no sentirse a gusto con el sentido de pertenencia, y se reconoce más bien habitante del planeta tierra, lo cierto es que al consultar su procedencia deja en claro que viene de la Provincia de Arauco, de la VIII Región del sur de Chile.

“Vivir en Los Álamos, es como vivir omitido. Este terruño es casi siempre olvidado, desplazado y sin aparición en los mapas”, sostiene. Aunque la mayoría de sus poemas no dan cuenta del lugar en que vive, hay algunos como “Con las manos recortadas”, que habla del sector rural de Pangue, que sí lo recogen.

Además de los lugares en sí, si hay algo que Mac rescata en su obra, son las características sociales del entorno que observa; mismas particularidades que intenta plasmar en sus escritos, fuertemente conectados con la realidad y la crítica social.

El ejemplo más claro de este último enfoque, han de ser las palabras que dedica en su poema “Lorenza Cayuhan”, a la mujer mapuche que se vio sometida a una de las más grandes muestras de inhumanidad, cuando debió parir a su guagua engrillada y vigilada por un funcionario de gendarmería, en la Clínica de la Mujer, perteneciente al Sanatorio Alemán de Concepción.

“Es un poema especial, que me ha traído varias satisfacciones en las oportunidades que lo he leído. Los oyentes y lectores, más allá de simpatizar o no con la causa mapuche, entienden que someter a una mujer a humillaciones y vejámenes a la hora de dar a luz un bebé, no es para nada legítimo y aceptable. La temática social es algo que me prende automáticamente. Los derechos humanos jamás debiesen ser vulnerados. Toda injusticia social debiese ser erradicada sobre cualquier continente. No podemos aceptar, como habitantes del mundo, que alguno siquiera se aproveche de las debilidades, diferencias o necesidades de sus semejantes”, explica en relación a su poema.

Lorenza Cayuhan

¡Es Lorenza! la que tuvo que parir, entre cadenas y grilletes, víctima de la inhumanidad.

Es Lorenza Cayuhan, la que sojuzgada recibió al fruto del amor. La que resistió la pesantez cruel del juicio mal formado. La que baja los brazos únicamente para tomar a Sayen.

¡Es Lorenza! la que tuvo que parir, entre cadenas y grilletes, víctima de la inhumanidad.

Es Lorenza Cayuhan, la que sobrellevó el peligro del metal en una cesárea. La que superfluamente esperó aspavientos de racionalidad. La que descubre su pecho fértil para alimentar a Sayen.

¡Es Lorenza! la que tuvo que parir, entre cadenas y grilletes; víctima de la inhumanidad.

Es Lorenza Cayuhan, la que no concibe su desvalorización abominable. La que hoy no puede sembrar, para mañana cosechar. La que mira recluida el crecimiento de Sayen.

¡Es Lorenza! la que tuvo que parir, entre cadenas y grilletes; víctima de la inhumanidad.

Es Lorenza Cayuhan, la joven mapuche que perpetuará más allá de la muerte el 14 de octubre. La que por ser morena es tratada con poder desigual. La que sueña con un futuro más cordial para Sayen.

¡Es Lorenza! la que tuvo que parir, entre cadenas y grilletes; víctima de la inhumanidad.

Un corazón rutilado en 29 grados

Aunque este es su primer libro, tiene la certeza de que vendrán otros, y que dentro de ellos, ocupará un lugar importante la temática social. “Si no tenemos el poder de cambiar las cosas terribles, por lo menos que tengamos el poder de comunicarlas”, manifiesta el hombre de 30 años, que colabora activamente en la agrupación multicultural “Zapatillas Rotas” de su comuna, como Encargado del Departamento de Cultura y Relaciones Públicas.

“La poesía es la dosis más trascedente que existe para atravesar los malos tiempos, sin caer de golpe al suelo y tener que romperse las quijadas”, sostiene Mac, que entre sus máximos referentes en el rubro, destaca a Mario Benedetti. Pero si hay un libro que lo llevó a interesarse por el mundo de las letras, no fue precisamente un texto poético. Fue la narrativa policial del escritor magallánico, Ramón Díaz Eterovic, “Ángeles y solitarios”, la que sirvió de inspiración para que notase que no solo existe el mundo en que vivimos.

Sobre el título de su obra, explica que no es más que graficar un corazón encendido por 29 poemas. A pesar de que asegura no tener favoritos entre ellos, si hay un par que adquiere un significado más especial. Le pasa con “Yo bebo mate como mi padre, como mi abuelo”, dedicado a su abuelo materno, Ismael Caro, que falleció en el 2014 “Él, junto a mi abuela Irma Antinao, me criaron prácticamente desde que nací. También hay otro, que escribí para mi hija, Catherine Analy, cuya columna vertebral fue escrita cuando ella aún no nacía. Claramente una vez que llegó al mundo, me provocó terminar el poema, y darle los versos significativos que contiene”.


Para poder comprar el libro, y conocer en detalle sus 29 escritos, basta que los interesados se comuniquen al correo escritormac@hotmail.com, o lo contacten mediante redes sociales: EscritorMacCaro (twitter), o Mac Caro (Facebook); de hacerlo, estarán adquiriendo un auténtico y valioso ejemplo de cultura y autogestión, y estarán más cerca de contribuir con la principal proyección del autor, que con humildad sostiene: “Si a alguno le simpatiza un poema, o lo dedica, yo estaré infinitamente complacido, y con el sabor en la boca de la tarea hecha”.

 

Autor entrada: Convergencia Medios