A 47 años de la nacionalización del cobre: ¡A recuperar los recursos naturales para el pueblo trabajador!

A pocas horas de una nueva conmemoración del día de la “Dignidad nacional” o Nacionalización del Cobre, es necesario analizar el estado actual de la explotación de los recursos naturales en nuestro país. Lo primero que llama la atención es la privatización desvergonzada de ellos en manos de capitales extranjeros. Lo segundo, y que está en sintonía con la coyuntura sindical, es que empresas “estatales” como Codelco, sin tapujos realizan prácticas antisindicales contra sus trabajadores; o la costumbre de grandes empresas –tal como Escondida– que no son capaces de satisfacer las demandas de sus trabajadores en los procesos de negociación colectiva, pese a sus millonarias ganancias. ¿Habrá sido ese el espíritu buscado con la nacionalización del Cobre? por supuesto que no.

Desde hace un poco más de una década Sindicatos de empresas contratistas de las grandes mineras han llevado a cabo múltiples protestas por mejores condiciones laborales. La consigna de “Al mismo trabajo, misma remuneración”, se instaló fuertemente en los sectores productivos relacionados con la minería, los que llevaron adelante impresionantes protestas en pos de sus demandas. Por su parte, los sindicatos asociados a las empresas mineras propiamente tales, si bien dan cuenta de una tradición de organización, muchas veces caen en la displicencia de la burocracia, por lo cual las movilizaciones llevadas adelante en el último tiempo por los trabajadores/as de Escondida son ejemplos que refrescan el carácter de las organizaciones de este sector y marcan una pauta a futuro. Saludamos entonces al Sindicato nº 1 de Escondida en su lucha.

Todo lo anterior nos lleva a afirmar que hoy es una demanda del pueblo trabajador recuperar los recursos naturales, y que éstos estén al servicio de sus necesidades; sin duda esto es parte del programa que la clase debe ir construyendo. Sin embargo, ¿Recuperar para qué?, ¿Quién administrará estas riquezas?, ¿Se mantendrá tal cual ésta industria altamente contaminante?; ¿Qué rol jugarán las comunidades vecinas de estos megaproyectos? Estas preguntas constituyen los desafíos que como Pueblo debiésemos asumir y resolver. Por un lado, no se trata simplemente de negar estas actividades de la producción, sino más bien su propiedad, administración y fines. Por otro lado, tampoco se trata de seguir produciendo por producir, urgente es que los distintos actores relacionados con la Minería den cuenta de sus problemas y en conjunto poder resolverlos, dialogando las comunidades vecinas con los trabajadores, éstos con sus familias, etc. En definitiva, que no sea el empresariado quien marque la pauta del destino de toda la población.

En concreto, la recuperación de los recursos naturales, busca que los gobernantes y el empresariado no tengan excusas para otorgar una Salud digna para todos/as; una Educación al servicio de la clase trabajadora y no de los especuladores/as; políticas habitacionales acorde con las necesidades de los trabajadores/as y no de las inmobiliarias; una previsión que asegure una vida digna, etc. Igualmente, y como aspecto trascendental, que es consecuencia directa de la recuperación del Cobre para el Pueblo, dice relación con la oportunidad de modificar y/o transformar la matriz productiva del país, o en otras palabras, superar la economía rentista como la nuestra, al servicio de capitales extranjeros y no al servicio de los intereses y necesidades de las amplias mayorías.

Por tanto, no se trata de estatizar o nacionalizar para que el Estado de Chile siga produciendo a favor del empresariado. Muy por el contrario, y en términos de desafíos de largo aliento, se trata de que junto con recuperar el Cobre y demás recursos naturales, el control y administración de la producción también sea deber de los y las trabajadores. A su vez, y en términos de tareas inmediatas para avanzar hacia esta estrategia, se hará necesario entonces debatir el rol del sindicalismo en Chile, superar las burocracias sindicales para dar paso a un nuevo sindicalismo que logre saltar de la mera reivindicación económica, hacia el bienestar de la población toda.

QUE EL SUEÑO DE NUESTROS VIEJOS Y VIEJAS SIGA LATIENDO.

ADELANTE TRABAJADORES Y TRABAJADORAS, ¡A RECUPERAR LO QUE ES NUESTRO!

CONVERGENCIA 2 DE ABRIL

Julio 2018

Autor entrada: Convergencia Medios