Alumna movilizada Toma Educación UdeC 2018
La toma de la Facultad de Educación parte tras una asamblea convocada por mujeres de la misma facultad para conversar y reflexionar en torno al feminismo y la violencia sistemática que sufrimos como mujeres a diario.
En ese espacio se debatió largamente, tratando temas como, por ejemplo, las vivencias de violencia que habíamos tenido dentro de la facultad.
Fue sumamente complejo ver que todas las asistentes a la asamblea habían tenido alguna experiencia y que en ninguna otra instancia se había hablado el tema. Por lo tanto, se decide la toma, ya que se hizo evidente la urgencia y necesidad real de espacios y tiempos para discutir y trabajar el tema de la violencia de género que vivimos las mujeres, y el impacto que esto tiene al ser futuras docentes.
De igual manera, nos ponemos al día con las otras movilizaciones, queriendo dar un respaldo y una señal clara al resto de las compañeras de otras casas de estudio en sus respectivas tomas y paros que llevan adelante, apostando a instalar el tema y visibilizarlo a nivel nacional.
Con el transcurso de los días, se construye el petitorio, el cual aborda la necesidad de un protocolo que sancione el acoso y abuso hacia las mujeres de forma triestamental, al igual que se incorpore una formación feminista para estudiantes y docentes, superando de esta forma la perpetuación del sistema patriarcal, ya que nuestro rol como docentes no puede reproducir dichas lógicas violentas, superándolas desde la base del propio sistema educativo, perspectivando cambiar las mallas curriculares e incidir en los perfiles de la docencia.
Debemos entender que las casas de estudio son espacios desde donde se reproduce la cultura, y se hace necesario transformarlas y dar una perspectiva feminista, asumiendo un nivel de radicalidad como estudiantes, generando las condiciones reales para instalar los temas y cambiar las cosas y al tener conciencia de esto podemos alzar la voz, cosa que por desgracia otras mujeres no están en una condición que les permita realizar este tipo de acciones, en especial, las mujeres más violentadas y precarizadas del sistema. Nos sentimos parte de las mujeres populares y que desde una perspectiva feminista realizamos nuestra contribución a las grandes transformaciones sociales de la época.
En este corto tiempo, la toma nos da la posibilidad de agitar y movilizar al resto de la Universidad, donde esto ya ha tenido repercusiones en otros lugares. Se realizó una asambleas de mujeres de la universidad de Concepción, desde donde sale la iniciativa de un PARO de MUJERES, a través del cual se debería canalizar un petitorio único.
En este espacio lo principal será procurar que deje de haber acoso y abuso hacia las mujeres de la Universidad de Concepción, así como también el incorporar la perspectiva feminista en el plan estratégico y currículum general.
Además, con esto se logra encaminar hacia una estructura de participación triestamental a nivel Universitario, abriendo un nuevo ciclo, demostrando la necesidad de articulación del conjunto de la Comunidad Educativa, con un potencial inmenso de lograr estos grandes cambios.